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lunes, 23 de mayo de 2016

LA HORA DE LA PAZ

LA HORA DE LA PAZ


La Hora de la Paz fue pedida por Nuestra Señora en sus constantes apariciones en Jacareí, San Pablo-Brasil, por primera vez a finales de 1993 e inicios de 1944, y en los últimos años ella ha pedido con gran insistencia que la hagamos para que el mundo obtenga la paz. Nuestra Señora pidió que hagamos la Hora de la Paz todos los días, a las 8 horas de la noche. La Virgen María promete traer la paz a las familias y al mundo.
La Hora de la Paz puede ser hecha en familia o individualmente . La Reina y Mensajera de la Paz que Dios colocó una condición  para darnos la PAZ. Que nosotros la pidiésemos por medio de ésta hora. Consiste en una hora de oración familiar, compuesta de la oración del Rosario de la Paz, meditación de los mensajes de la Virgen y de la Palabra de Dios, (Biblia) cantos y otras oraciones de la paz. No debe ser confundida con la Hora de la Gracia, también pedida por Nuestra Señora para ser hecha el 8 de diciembre al medio día todos los años.
No se deben hacer debates dentro de la Hora de la Paz, pues eso perturba la paz de la Oración, y en la mayoría de las veces, el demonio entra en los debates, creando discuciones y discordia.
La Hora de la Paz, si no es posible realizarla a las 8 de la noche, puede hacerse en otra hora, con tal que se haga, pero en lo posible, se debe respetar el horario pedido por La Virgen.
Muchas gracias y conversiones se han obtenido a las personas que han hecho la Hora de la Paz en sus familias.

Mensaje de María Santísima, Reina y Mensajera de la Paz, en sus apariciones de Jacareí, del 26 de octubre de 1993 (Día en que ella reveló el rosario de la paz)
"Este Rosario debe ser llamado "Rosario de la Paz" Reza el Santo Rosario de la Paz hijo mío, rézalo y haz que todos lo recen. Si ustedes lo rezan, Dios les mandará la paz por medio de mi Corazón Inmaculado... Récenlo todos los días, pues es la oración que yo misma, vine del cielo para enseñarla. Yo derramaré un océano de gracias y serán llenas de paz las almas que lo recen devotamente. ¡Pondré la paz en sus familias, uniré los hogares, convertiré muchos pecadores y concederé muchas por medio de ello.
El demonio, no resistirá el poder de este Rosario y donde ello sea rezado, Satanás no podrá permanecer: ¡Récenlo meditando los misterios del Rosario, récenlo con el corazón! Es mi deseo que este rosario se expanda por el mundo entero, a fin de que se convierta y tenga paz. Muchas naciones podrán ser salvadas si rezan mi rosario de la paz... Divúlguenlo lo más rápido posible..."


CÓMO HACER LA HORA DE LA PAZ:

1.-Iniciar con la Señal de la Santa Cruz y con un canto mariano.
2.-Hacer 10 minutos de silencio.
3.-Rezar el Santo Rosario de la Paz enseñado por Nuestra Señora.
4.-Leer algún mensaje de la Virgen dado en Jacareí o en cualquier otro lugar en le que se haya aparecido.
5.-Leer un pasaje cualquiera de la Biblia.
6.-Hacer las oraciones de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, al Inmaculado Corazón de María y al Espíritu Santo enseñadas por Nuestra Señora.
7.-Terminar con la Señal de la Santa Cruz y con un canto mariano.

ROSARIO DE LA PAZ

Empezar diciendo tres veces: ¡Ven Espíritu Santo por la puerta del Corazón Inmaculado de María!

Ofrecimiento: Divino Jesús, te ofrecemos este Rosario que vamos a rezar, meditando en él, los misterios de nuestra redención. Ofrecemos también en desagravio de los pecados cometidos contra el Santísimo Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, por la paz del mundo, por la conversión de los pobres pecadores y de nuestra familia. Ofrecemos particularmente, suplicando a la Divina Misericordia por nosotros en los tiempos de purificación. Concédenos por la interseción de la Virgen María, Madre de Dios y MADRE NUESTRA, las virtudes que nos son necesarias para rezarlo bien y la gracia de ganar las indulgencias de esta santa devoción. Amén.

(Se usa un rosario normal de 5 misterios y 10 cuentas en cada uno, se meditan todos los misterios del Rosario: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.)

En las cuentas grandes: "Oh María, Reina y Mensajera de la Paz, intercede por la paz del mundo entero."
En las cuentas pequeñas: "Reina y Mensajera de la Paz, ruega a Dios por nosostros."

Al final de cada misterio:
+Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas. Especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia. Amén.
+Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos atí, y por todos aquellos que todavía no recurren a tí.
+Santo Ángel de la Paz, Ruega por nosotros.

En las tres últimas cuentas: ¡Por tus lágrimas de dolor, Oh Madre, libera al mundo de las guerras y de las fuerzas infernales!

Oración Final: ¡Oh María, Reina y Mensajera de la Paz, nosotros te suplicamos, trae la paz al mundo entero, paz en la Iglesia, paz en los corazones, paz en el mundo entero. Que todos nosotros seamos como tú: Mensajeros e instrumentos de la Paz.
Que el Espíritu Santo, el santificador, venga con el don de la Paz por la puerta de tu Corazón Inmaculado, que la paz de tu Corazón Inmaculado, Oh María, destruya las fuerzas del infierno.
Oh Jesús príncipe y señor de la paz, ten piedad de nosotros y del mundo entero. Amén!

Oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
(Enseñada por Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz el 10 de mayo de 1995)
Oh Jesús, AMOR a vuestro corazón sempiterno, venimos a consagrar a nuestro hogar, toda la iglesia, nuestra patria, todo lo que somos y todo lo que amamos.
Oh Jesús vos sois el buen pastor de las ovejas y bajo vuestras alas venimos a abrigarnos para ser protegidos de la tentación y de todo mal. Jesús, vos sois manso y humilde de corazón, haznos también dóciles para que podamos trabajar cada vez más por la PAZ del mundo y la venida del Reino de amor. Oh Jesús, vos tenéis un corazón manso y suave y los brazos más dulces que un panal de miel, Acogednos Jesús, acoged nuestros corazones cansados y decaídos de las batallas contra el mal. Fortaleced nuestro ánimo; Dadnos de beber del agua viva. El Espíritu Santo, que mana de vuestro Sagrado Corazón. Queremos adoraros en la Eucaristía, rezando el rosario de la Eucaristía, os desagraviando y os retirando las espinas que los pecadores ingratos os clavan. Gloria a vos, señor Jesús, adoración y alabanzas a vos. Que en vuestro regreso seamos acogidos en vuestros brazos, en un abrazo eterno de amor. Oh Jesús manso y humilde, buen pastor y eterno amor.
Amén.

Oración de Consagración al Inmaculado Corazón de María
(Enseñada por Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz el 10 de mayo de 1995)
Oh Corazón Inmaculado de María, lleno de ternura y de misericordia, en vuestra luz venimos a entregar a vos toda nuestra vida, todo lo que somos y todo lo que tenemos. Reina y Mensajera de la Paz, vuestro corazón inmaculado y pacífico nada más desea que la paz del mundo y el regreso de la humanidad a Dios.
Queremos rezar el Santo Rosario todos los días, participar con fervor de la Santa Misa, de la Eucaristía, de la vivencia de la Palabra de Dios y de la más perfecta obediencia al Papa.
Os consagramos a los niños, a los jóvenes, a las familias, religiosos, sacerdotes y toda la iglesia.
Haced, Oh Madre de la PAZ, que muchas almas vuelvan a Jesús por nuestro testimonio y que “se apresure” el día del triunfo de vuestro corazón.
Virgen Purísima, rogad la paz del mundo entero. Ven rápido Madre, ven rápido con Jesús para salvarnos. Vos la tierna, vos la cariñosa, vos la dulce Virgen María.
Amén.





Oración de Consagración al Espíritu Santo
(Enseñada por Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz el 2 de enero de 1999)
Yo te adoro Espíritu Santo… A ti entrego mi alma. Eres la dulce paz de mi espíritu, eres el fuego que me consume, eres la luz que me absorbe, eres la fuerza que me mueve, eres la luz que me envuelve, eres la luz de mis ojos, en ti me sumerjo divino amigo, EN TI CONFÍO, a ti me consagro: Entrego mis fuerzas enteramente a ti ¡Someto mi voluntad a tu gracia! Te doy mi corazón eternamente y nunca más lo pediré de nuevo. Por el Corazón Inmacualdo de María, en el altar virginal del alma de María, entrego mi vida para que por ti sea consumida como una dulce canción a tus oídos, como un incienso agradable a tu divinidad y como ofrenda de amor a ti Santo Espíritu, que sobrevolabas sobre el mundo en el instante de la creación. Ven sobre mi y forma en mi a Jesucristo, la sabiduría encarnada, el Verbo eterno de Dios, la vida infinita. Por María, con María y en María.
Amén.


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